Cambrils

Hemos pasando unos días de sol, playa y relax en Cambrils (Tarragona), la segunda población de la comarca del Baix Camp, en el centro de la Costa Dorada, rodeada por las sierras de Llaberia y Prades.
Tiene 9 km.  de playas de fina y dorada arena y un maravilloso clima mediterráneo. La playas que más hemos visitado son la del Regueral, de arena finísima y las de l’Horta de Santa Maria y l’Esquirol, esta ultima mucho más tranquila, la arena algo más gruesa y con la ventaja de que esta en una zona sin parquímetros. Pues sí, para poder ir en coche a las playas de Cambrils tienes que sacar tu ticket de aparcamiento. Curiosamente solo funciona de junio a septiembre y hasta las 22:00 horas, eso si que es aprovechar la época estival.
Las playas muy limpias y muy cuidadas, el agua transparente y en la playa del Regueral no cubría, podías adentrarte en el mar sin peligro.

Playa del Regueral, Cambrils.

La oferta gastronómica del municipio es muy amplia. Hay una gran cantidad de restaurantes de todo tipo, desde un McDonald’s o un Pans & Company en el mismísimo paseo marítimo hasta restaurantes de cocina tradicional y típica marinera, con su producto agrícola estrella, el aceite de oliva virgen extra con D.O. Siurana, reconocido como uno de los aceites más refinados del mundo. Las raciones algo pequeñas, pero muy rico todo, doy fe de ello.
En cuanto a los lugares de interés turístico para visitar en Cambrils la oferta, también, es grande, en dos zonas claramente diferenciadas, el casco antiguo y la zona del puerto. En el casco antiguo podemos encontrar varias iglesias como la de Sant Pere y la de Santa Maria o la ermita de la Mare de Déu del Camí y museos como el Molí de las Tres Eres o el Agrícola. En la zona del puerto, además de visitar el propio puerto pesquero y el club náutico que están juntos, podemos visitar el Faro Rojo, la Torre del Puerto o el Parque del Pescador. El paseo marítimo y las calles que lo rodean, determinan la zona comercial y de restauración más animadas del municipio. Zonas que también merecen ser visitadas son Villafortuny o La Llosa, esta última, con un yacimiento arqueológico romano con restos datados entre el siglo I a.C. y VI d.C. de la antigua Tárraco.
Y un poco más lejos, a 7 km. el parque temático Port Aventura, una de las razones por las que hemos elegido Tarragona, pero esa visita se merece su propia crónica.

Club Náutico de Cambrils.

En esta ocasión nos hemos alojado en un bungalow en el Camping Amfora d’Arcs. Es un camping de segunda categoría y se nota, las instalaciones, aunque en buen estado, necesitan una reforma. El bungalow era pequeño (como suele ser en estos casos), pero tenía todo lo necesario. Un salón-cocina, un cuarto de baño y una terraza con mucha sombra en la planta de abajo y dos habitaciones en la planta de arriba.  La única pega, la cantidad de moscas que había por todas partes, todos los campistas se quejaban de los mismo: la cantidad de moscas que había este año.

Piscina del camping Amfora d’Arcs.

Del camping hay que decir que continuamente estaban ofreciendo actividades para todos. Empezaban todas las mañanas a las 10:30 con clases de aquagym, un poco pronto para mí, que a esas horas no me apetece bañarme, si hubiera sido a otra hora…
Para los niños organizaban partidos de fútbol, baloncesto o ping-pong, así como globoflexia, cine o clases de batuka. Para adultos bingo y batuka también. Además los sábados por la noche en la terraza de la cafetería se ofrecen actuaciones, como flamenco o el mismísimo Bob Esponja.
Lo más importante es que lo hemos pasado muy bien, hemos descansado y tenemos un buen color de piel, así que el balance es muy positivo.